domingo, 24 de noviembre de 2013

UN DIAGNÓSTICO COMO UN JARRO DE AGUA FRÍA

24 de noviembre de 2013, después de casi un año buscando un bebé, ya tenemos los resultados de las pruebas de fertilidad que nos hicieron.
A mí: análisis hormonales (en varios días del ciclo), ecografía vaginal y una histerosalpingografía (una prueba para comprobar si las trompas de falopio son permeables).
A él, un seminograma.

Después de todas estas pruebas, tenemos un diagnóstico aplastante: mi chico tiene teratozoospermia severa. Esto quiere decir que sólo un 4% de sus espermatozoides tienen morfología normal, es decir, que no tienen la forma adecuada como para poder llegar al óvulo y fecundarlo... a esto hay que unir que sigo teniendo los ovarios poliquísticos, por lo que no ovulo todos los meses ni puedo llevar un control de la ovulación... y aparte, tengo ciertos desajustes hormonales.

Ante este panorama, la ginecóloga nos recomienda dos caminos... uno de ellos es el intentar averiguar las causas de la afectación de mi chico para ver si puede tener remedio y que el porcentaje pueda subir un poco... (aunque las probabilidades son muy pequeñas, ya que este tipo de afectación suele darse por causas fisiológicas y no por algo transitorio). Este camino nos llevaría a diferentes especialistas... muchas pruebas, y también volver a estar en tratamiento, tanto él como yo (por el tema hormonal y por el tema de la ovulación), y aun con todo y con eso, las probabilidades de embarazo seguirían siendo muy pocas...

El segundo camino es directamente someternos a un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) en concreto con una técnica llamada ICSI (microinyección intracitoplasmática, esto quiere decir que cogen un espermatozoide que esté bien y lo implantan en el óvulo en un laboratorio, y después me lo transfieren a mi útero, esperando que evolucione favorablemente). La técnica tiene un coste muy elevado, ya os podéis imaginar... en torno a los 8.000 euros (cada vez que te lo haces, si no te quedas a la primera)... ya os contaré las clínicas que voy viendo y por cual me decido, si al final lo hacemos así.

Bueno, con todo lo que he leído por ahí y con la evidente carga de ansiedad que he tenido este último año y tengo ahora, sobra decir que el segundo camino es el que más me seduce... y creo que a Álex también...

Hemos tenido unos días duros, pero los hemos pasado juntos, en el pueblo, cogiendo energía y queriéndonos mucho...

Puede que alguien que esté pasando por lo mismo que nosotros navegue por internet y encuentre estas palabras... quizás le sirva de consuelo saber que hay puertas abiertas que afortunada o desafortunadamente dependen del dinero...

Muchas gracias por leernos, y por los ánimos que estamos recibiendo... (no sé que haría sin mi familia, que es mi apoyo principal, siempre cuidando de mí...).

Un abrazo,

Soraya.